Laurel (Laurus nobilis L.)
Si te guías por el olfato, te será fácil identificar este arbusto o pequeño árbol, que encontrarás repartido en distintos puntos de este parque. El aroma del laurel es intenso y reconocible, lo mismo que el de la canela y el alcanforero, este último también presente en Uriguen, y que pertenecen a la misma familia, las lauráceas.
¿Quién no ha probado alguna vez carne, legumbres o pescado en el que las hojas secas de laurel hayan servido de condimento? Si has viajado a la región de Emilia Romaña en Italia, quizá hayas probado el laurino, un licor que fabrican con sus bayas. Pero los aceites esenciales de sus hojas en verde poseen cierto poder bactericida y tradicionalmente se han solido utilizar colocadas entre la ropa, para ahuyentar pulgas y polillas.
Las bayas son similares a una aceituna verde hasta que maduran en otoño y adquieren un color negro violáceo. Si observas con atención verás que no todos los ejemplares las producen, ya que se trata de una planta dioica, en la que los pies femeninos y masculinos se encuentran separados en distintas plantas.
El laurel, además de ser una planta presente en la mitología griega y romana, también lo está en nuestra cultura. Las ramas de laurel bendecidas el domingo de ramos se guardaban en casa y se quemaban cuando arreciaba una tormenta, para evitar que los rayos cayeran sobre ella, o simplemente se colocaban crucecitas hechas con laurel en establos y lugares a proteger del rayo.
