Agirre Jauregia se trata de un edificio ecléctico que mezcla estilos arquitectónicos. Por un lado nos encontramos con la austeridad neoclasicista de los dos pisos bajos, mientras que en el tercero los ventanales, de recuerdo de las logias renacentistas, están flanqueados por sendos miradores. No todos los frentes de esta casa son iguales, sino que los diversos elementos de los distintos estilos se muestran en toda la casa, como el soportal de la parte trasera, mantenido por columnata clasicista, o los vanos que presentan desde estructuras góticas hasta eclécticas.

A diferencia de las casas de Foruen Enparantza que no tenían huerta ni jardín, Agirre Jauregia tenía un huerto con sus frutales que la proveían de productos destinados al autoconsumo. Podría ser considerado como un caserío palacio. Lo mismo que los antiguos caseríos encalaban los dinteles de las ventanas con cruces para atraer la buena suerte y a alejar el mal de ojo, Agirre Jauregia dispone en las ventanas inferiores de enrejados barrocos que tienen sendas cruces de hierro forjado a la altura de dichos dinteles.